Bloqueador solar: un must que no puede faltar en tu rutina

¡No utilices bloqueador solar sólo cuando vayas a la playa, también utilízalo a diario!

 Si cuando te decimos bloqueador solar, piensas en playa o salir de vacaciones, definitivamente necesitas saber por qué debes utilizarlo a diario en tu rutina de skincare. Además, el uso de este producto no es exclusivo para sólo los días calurosos, también es esencial que lo utilices durante la época de invierno.

Así que, si tienes guardado en tu cajón el bloqueador solar, es mejor que lo vayas desempolvando, porque tu piel va a agradecerte que lo utilices todos los días en tu rutina. 

Razones por las cuales el bloqueador solar es un must en tu rutina de belleza

No importa si sólo sales al parque, a la oficina o vas de shopping a alguna plaza, antes de salir de casa es importante que apliques en tu piel un poco de bloqueador solar, ya que, aunque no lo creas, tu cutis puede sufrir de distintos tipos de daños.

Por eso es importante que te protejas del sol, y no sólo basta con una gorra o sombrero, sino que necesitas un protector contra los rayos solares, pues éstos  son los responsables de que aparezcan manchas en tu piel, líneas de expresión, fotoenvejecimiento, sin mencionar que la sobreexposición puede causar cáncer, así como quemaduras en la piel. 

Por todo esto, es importante que antes de maquillarte, apliques bloqueador solar, de esta manera evitarás los daños que los rayos UV y UVB provocan. Los primeros afectan la capa superficial de tu piel, por lo cual tu piel adquiere otro tono, ya que se broncea, puede quemarse o  tener reacciones alérgicas. Mientras que los UVB, al penetrar la dermis, provocan daños celulares a largo plazo, como pigmentación en la piel, flacidez o líneas de expresión. 

Así que aunque veas que el día está nublado y no hay tanto sol, utiliza bloqueador solar, ya que, aunque no lo creas, el 80% de los rayos ultravioleta pueden penetrar las nubes y afectar tu piel. 

Lo más recomendable es que utilices un protector solar con un índice alto de SPF, pero sin dejar de lado las necesidades de tu piel. Por ejemplo, si es seca, procura que tenga ingredientes humectantes; si es mixta, necesitas un producto que pueda equilibrar tu piel, y finalmente, si es grasa, que contenga minerales y con una textura ligera. 

Por Flor Vega Castillo